
Refleja las habilidades de tu hijo, sus intereses y su mundo interior. El juego no es un lujo: es una necesidad para que crezca y se desarrolle bien. ¡Aprovéchenlo juntos al máximo!
Jugar es para los niños lo que el lenguaje para los adultos: una forma de comunicarse e interactuar con los demás. Forma parte de la inteligencia de un niño, ya que a través de éste representa la realidad de acuerdo a su edad.
Esta actividad es tan espontánea que, en ocasiones, olvidamos los grandes beneficios y oportunidades de aprendizaje que aporta al niño. El juego nos regala:
- Estimulación sensorio-motriz
- Razonamiento y cognición
- Vocabulario
- Lenguaje expresivo y comprensivo
- Sociabilización
- Imaginación y creatividad
Hace visibles las habilidades del niño y su mundo interior, pero sobre todo contribuye a su desarrollo general, preparándolo para la vida adulta. Por eso, el juego es tan importante en cada una de sus etapas y sin duda es la principal estimulación en la infancia.
¿Tu hijo representa algo cuando juega? ¿Está en la etapa de juego esperada según su edad cronológica? Si no sabes que responder, no te preocupes; en este artículo te ayudaremos a comprender cada fase de tu pequeño para poder estimularlo como necesita y, sobre todo, para que jueguen y aprendan juntos de la manera más divertida.
Lo más importante del juego es la estimulación que el niño está adquiriendo en todo momento. No olvides que la plasticidad cerebral en los primeros años de vida (o sea, su capacidad de ser “moldeado” según las experiencias y adaptarse al entorno) le da a tu hijo una enorme facilidad para adquirir aprendizaje. Hay que aprovechar este periodo fascinante y flexible de su neurodesarrollo en todos los sentidos.
5 formas de jugar según su edad
El juego también tiene sus tipos y momentos específicos debido a la maduración motriz y cognitiva del niño. Con el paso del tiempo, se manifiestan en este orden:
1. Juego de ejercicio (primer año de vida)
Esta es la manera más primitiva, pues aparece entre el primero y cuarto mes de edad. Consiste en repetir actividades aprendidas por medio de la motricidad y el placer. No tiene algo adicional más que el movimiento porque aparece en edad muy temprana y no se relaciona con ningún pensamiento simbólico (es decir, que represente otra cosa de la que es).
Un ejemplo de este tipo de actividad lúdica es cuando tu bebé mueve su piecito y lo chupa, o bien, cuando observa sus manos detenidamente durante varios minutos sin hacer otra cosa. Tu hijo se guía por sonidos producidos al agitar, arrojar o golpear objetos. Este juego permanecerá durante su infancia.
Motiva a tu bebé con sonajas, pelotas pequeñas, marionetas y móviles de cuna para que note las consecuencias de los movimientos que realice. ¡Le encantará descubrirlas!
2. Funcional (a partir de los 12 meses)
Llega a partir de los 12 meses de edad. Como su nombre lo dice, el niño toma el objeto concreto y utiliza su función correcta sin abstracción ni tanta imaginación, creatividad o ficción. Está aprendiendo para qué sirven las cosas. Por ejemplo, cuando encaja figuras en cubos y no los utiliza para algo más.
Ofrécele instrumentos musicales pequeños, cubos, figuras de encaje, crayones y hojas blancas. De esta manera, estará interesado en saber para qué sirve cada cosa y pasará horas conociendo sus sonoros o coloridos efectos.
3. Simbólico o de ficción (de 2 a 3 años)
Pasa de la acción a la representación entre los 2 y 3 años, o sea, de la funcionalidad del objeto (como en la etapa anterior) a representar algo más con éste, gracias a la imaginación. En este tipo de juego, el pequeño sustituye objetos, personas y acciones reales por lo que imagina. Puede jugar a que sirve galletas que, en realidad, son figuras de plástico o incluso sin tener en la mano algo concreto, sólo el gran poder de su imaginación.
Otro ejemplo: una pluma o regla de madera se convierte en una varita mágica. Esto depende de qué tanta creatividad tenga el niño. ¡Motívalo! Ayúdale a simbolizar si ves que le cuesta trabajo: imaginen que van en unos caballos (con una escoba cada uno) y pregúntale cómo es el suyo, descríbele de qué color y tamaño es el tuyo, y disfruten el juego porque ¡pronto crecerá y sus intereses cambiarán drásticamente!
Dale materiales que estimulen su imaginación, como plastilina, estambre, cochecitos, un juego de té y muñecos.
4. Protagonizado (desde los 4 años)
Suele aparecer al final de la temprana infancia que es a los 4 años. Este juego tiene una característica muy específica: el niño refleja la lógica de su vida. En este momento es cuando tu hijo, por medio del juego, representa lo que vive en casa, en la escuela y en familia, adaptando los roles como en personaje de adulto.
Aquí el lenguaje juega un papel crucial, ya que le permite crear e imaginar diálogos y escenas que ha observado en distintos entornos. Además, ya busca el juego en grupo o con otro niño, pues de esta manera podrá desarrollarse más ampliamente su lenguaje y creatividad.
Enriquece su juego social: invita a otros niños a interactuar con tu hijo, llévalo de visita con la familia, salgan al parque y deja que utilice el lenguaje al momento de acercarse a otras personas. También motiva este tipo de juego con muñecos, disfraces, libros de cuentos y cuadernos para que dibuje historias.
5. De reglas (5 años en adelante)
Es un juego organizado de equipo, generalmente de competencia, en donde los participantes determinan las reglas. Presentan claros comienzos y finales, ganadores y perdedores, como en juegos de mesa, resorte o las escondidillas.
Se da partir de los 5 años de edad y cada vez exige más en el aspecto social, es decir, representa retos como tolerancia a la frustración, seguimiento de reglas y respeto de turnos, los cuales ayudarán durante toda la vida. Por eso es tan importante pasar gradualmente por todas las etapas de juego, tomando en cuenta que cada una va demandando más capacidades y habilidades de desarrollo.
Este es el momento ideal para que juegue en grupo o en familia memorama, lotería, palitos chinos, rompecabezas y otros más con materiales didácticos. Seguir las reglas del juego le ayudará en su atención, concentración y memoria.
Tipo de juego
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Edad en que aparece | Interés principal |
Áreas de desarrollo |
Del ejercicio | 1 a 4 meses | El movimiento en sí mismo (con o sin objetos) |
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Funcional | 12 meses | Usar cosas con un fin convencional |
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Simbólico | 2 a 3 años | Crear algo ficticio o evocar lo ausente |
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Protagonizado | 4 años | Construir algo imaginario con la lógica de la vida real |
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De reglas | 5 años | Participar en un juego con reglas establecidas |
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¿Mi hijo presenta un juego normal?
Cada niño es diferente: unos tardan más que otros en realizar ciertas acciones o hacer el cambio de etapa. Sin embargo, a través del juego podemos darnos cuenta de signos de alerta en el desarrollo de tu hijo.
Considera estas características importantes que puedes observar fuera del rango normal de tu hijo:
- No interactúa con otros niños a partir de los 2 años, ni muestra interés en ello.
- En el momento del juego no habla o su lenguaje es muy escaso.
- Juega de forma muy repetitiva o se encuentra en una etapa sin intención de llegar a la siguiente.
- En el periodo de juego simbólico representa algún tipo de violencia o actitud dañina (en casa o en la escuela). En ese caso, tienes que estar muy atenta de lo que el juego está significando o queriendo decir respecto a lo que ocurre en su vida.
Necesita jugar contigo
Tu pequeño necesita explorar, divertirse e interactuar. Limitar el juego y todo lo que implica es limitar su desarrollo. Ayuda a tu hijo a que aprenda a jugar solo, en diversos contextos y con diferentes objetos y personas.
Con ayuda de la tabla de los tipos de juego, podrás imaginar más actividades que estén orientadas a lo que es capaz y le interesa según su edad. No hay nada que a tu hijo le guste más que jugar contigo y con su papá, y eso lo revelan distintos estudios con niños, así que ¡disfruta el momento del juego como si fueras de nuevo una niña! Crea el vínculo más amoroso del mundo jugando con tu hijo.