
Hablemos de la lactancia en la vida real, la del día a día de todas las mamás que deciden amamantar a sus bebés. Hablemos de los sentimientos encontrados, ya que nos enfrentamos a la oportunidad única de beneficiar a nuestros hijos con el alimento específicamente diseñado para ellos, pero a la vez con algunas dificultades que nos hacen dudar, en ocasiones, de la posibilidad de lograr una lactancia exitosa.
Lejos de lo que pensamos, la lactancia no es aquella que nunca presenta obstáculos, pero sí la que brinda bienestar (en toda la extensión de la palabra) a mamá y bebé en las circunstancias particulares que les toca abordar a ambos en esta etapa tan fundamental.
Hay miles de artículos y mucha información disponible acerca de cómo resolver los problemas más comunes en la lactancia, pero esta vez vamos a enfocarnos en cómo hacerlo más cómodo y eficaz en situaciones que un gran porcentaje de mujeres atraviesan.
Complicación común 1:
El bebé no tiene buen agarre al pecho
Cuando esto ocurre, la mamá siente dolor en los pezones al amamantar, pueden aparecer grietas (muy molestas) y es común que el bebé pida frecuentemente de comer o haga tomas que parecen durar una eternidad, sin que parezca que quede satisfecho.
Si el amamantamiento es incómodo, ten por seguro que puede mejorar:
- Prueba distintas posiciones para colocar a tu bebé.
- Asegúrate de que tome el pezón en su totalidad (apuntando a su paladar).
- Verifica que su boquita cubra la mayor parte de la areola, sobre todo la parte inferior del pecho si no logra tomarla completa.
Complicación común 2:
Obstrucciones de conductos
En este caso notamos los pechos congestionados y adoloridos con zonas endurecidas y escaso flujo de leche. Al bebé le cuesta mucho trabajo el agarre y se muestra irritable durante y después de la toma porque no logra extraer la leche necesaria. Succiona un poco, vuelve a llorar y desea realizar tomas muy seguidas. ¿Qué hacer?
- El mejor consejo es vaciar el pecho continuamente.
- Prueba dar masaje en posición bocabajo mirando hacia el piso: dibuja círculos que rodeen toda la mama y posteriormente líneas hacia el pezón.
- Puedes usar un cepillo o peine de cerdas suaves para realizar un “barrido” del pecho hasta que no sea doloroso y sientas que se ha suavizado (unos minutos son suficientes).
- Coloca al bebé, de preferencia en distintas posiciones en cada ocasión, hasta que el pecho quede vacío, o bien, si es necesario extrae la leche con ayuda de un extractor manual o eléctrico.
Complicación común 3:
Sensación de no satisfacer las necesidades del bebé
Antes que nada, aclaremos que el mecanismo de secreción de la leche va modificándose a lo largo de la lactancia. Hay momentos críticos donde las mamás perciben que el bebé se queda con hambre, que no tienen la suficiente cantidad de leche o incluso que los pechos dejan de sentirse turgentes antes de cada toma.
Estas situaciones son normales y esperadas. Si no renunciamos a la lactancia en estos momentos de crisis, se irá facilitando con el transcurso de los días y sí, la crisis se va:
- Aumentar el estímulo de succión invariablemente ayuda a que aumente la cantidad de leche.
- Si no es posible la succión en cada toma del día, la extracción de la leche (con extractor manual o eléctrico) ayudará a superar los momentos en los que parece que la lactancia va cayendo en picada.
Manejo de la leche materna extraída
Este punto va muy relacionado con el anterior cuando la mamá necesita un tiempo para reponer fuerzas, en la vuelta al trabajo remunerado o en las actividades fuera de casa, contando así con un banco de leche propio.
Para tener éxito en este periodo en el que una gran cantidad de madres necesitan hacer uso de la lactancia diferida, definitivamente mi recomendación es contar con un buen extractor de leche materna que logre el estímulo necesario para que se mantenga o incluso ayude al aumento en la producción de leche.
¿Qué tomar en cuenta al elegir un extractor de leche? Que resulte cómodo y eficaz durante la extracción, portátil, de fácil utilización y limpieza, y que cuente con productos compatibles para almacenar y utilizar la leche materna.
El apoyo de tu pareja
En muchas ocasiones necesitamos sentir apoyo de nuestra pareja cuando estamos amamantando. ¿Cómo puede ayudar o cuál es el rol que debe desempeñar para participar y ayudar a que la lactancia sea un evento familiar, cuando sabemos que la mamá es la designada por la naturaleza para llevar a cabo la alimentación del bebé?
Afortunadamente puedo responder que el rol principal del padre o pareja de la mamá lactante es proporcionar apoyo sin juzgar ni imponer, respetando la relación mamá-bebé y favoreciendo en todo momento la lactancia materna.
Si bien él no puede amamantarlo, una vez establecida con éxito la lactancia, en los casos en que la madre deba asusentarse es posible hacer uso de la lactancia diferida, es decir, leche materna extraída y conservada para posteriormente alimentar al bebé. Para los padres que tienen la oportunidad, también existen técnicas y productos de lactancia que les ayudan a ejercer esta labor.
Para más información, consulta a tu asesora de lactancia. Recuerda que cada caso tiene variantes y siempre hay una solución satisfactoria.