
Tras el nacimiento del bebé, tus ganas de sexo podrían derrumbarse… pero regresarán. Conoce cómo las hormonas moverán tu libido en esta etapa.
En el embarazo, las hormonas nos enfocan totalmente en el presente y no pensamos en las relaciones sexuales que tendremos meses después. Nace el bebé y las hormonas (de nuevo) hacen de las suyas con nuestra libido, por lo que hay que ser muy pacientes.
El posparto es una época delicada, llena de cambios emocionales y sexuales en la pareja. Los médicos recomiendan un periodo de abstinencia (por lo general la famosa cuarentena) como parte de la recuperación física después del parto o la cesárea. Una vez que este periodo pase, podrás retomar tu actividad sexual, pero es importante que sepan algo como pareja: la sexualidad no sólo es la penetración, sino que es intimidad y ésta no debería estar en abstinencia.
A nivel hormonal estarás sintiendo cambios, sobre todo por influencia de la prolactina elevada, la cual se encarga de producir la leche materna. Esta hormona está relacionada con sequedad vaginal y falta de lubricación, por lo que es recomendable considerar el uso de un lubricante.
Por el contrario, los niveles de progesterona y estrógenos estarán muy bajos (a diferencia del embarazo en que subieron notablemente), así que tu libido se verá afectada con un efecto parecido al de la menopausia. Pero no te preocupes: es algo temporal y volverás a la normalidad.
Si tu parto fue vaginal sin intervención quirúrgica, es común que la libido o deseo sexual se recupere más rápido. La episiotomía (el corte del periné o espacio entre la vagina y el ano para facilitar la salida del bebé durante el parto) puede provocar que las ganas de penetración se retarden, debido al dolor de la cicatrización o por el simple miedo a las molestias tras una labor dolorosa de parto.
Como puedes ver, en las mujeres suele tomar un poco más de tiempo estar listas para el sexo posparto y, más que nunca, se necesita comunicación con la pareja, así como paciencia y amor. Habla con él y dile cómo te sientes en lo físico y lo emocional (por ejemplo, lean juntos este artículo). Las caricias y la imaginación serán elementos clave para mantener la intimidad con tu pareja; el coito puede esperar.
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La sexualidad no sólo es la penetración, sino que es intimidad y ésta no debería estar en abstinencia
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¿Ya tienes ganas?
Cuando estés lista para retomar la penetración, va a ser importante que ya tengas planeado un método anticonceptivo. Muchas personas piensan que sería mucha suerte quedar embarazada en la primera relación sexual después del parto, pero en verdad hay una probabilidad y no es el mejor momento.
Es cierto que, por los ajustes en las hormonas, la ovulación no sucede tan pronto, pero no puedes estar segura al 100% porque cada cuerpo es muy distinto. La ovulación –y por lo tanto la menstruación– no van a ocurrir mientras estés lactando, pero esto no es siempre seguro.
Lactar inhibe la ovulación en muchos casos, ya que la naturaleza considera que, si estás amamantando a tu cría, no es conveniente que gestes una nueva vida. Esta ausencia de ovulación (que lleva a la amenorrea o ausencia de regla) se da sobre todo si se mantiene la lactancia exclusiva, es decir, si sólo se alimenta al bebé con leche materna y no con fórmula, agua, tés o jugos. Sin embargo, no es posible garantizar con exactitud cuándo volverá la ovulación en uno u otro caso, por lo que es mejor estar preparada.
Métodos anticonceptivos en el posparto