
Tu cuerpo está creando vida y manifiesta cambios muy notables, algunos de los cuales pueden ser incómodos. Conoce qué pasará en tu cuerpo en cada etapa y cómo puedes sentirte mejor ante las molestias habituales.
Cuando sepas que estás embarazada sentirás cambios importantes en tu organismo que, además de ser necesarios para el desarrollo del bebé, preparan a tu cuerpo para el parto y la lactancia.
El embarazo tiene un total de 40 semanas en promedio; puede variar entre 37 y 42 según cada mujer y cada bebé. Se divide en tres trimestres:
Trimestre | Semanas que abarca |
Primero | 1 a la 13 |
Segundo | 14 a la 27 |
Tercero |
28 a la 40 o 42 |
Cambios del primer trimestre
Cansancio extremo
- Los cambios que se producen en las primeras semanas en el cuerpo de una embarazada requieren un mayor desgaste de energía porque ¡tu cuerpo está haciendo un ser humano!
- Sentirse fatigada es una de las primeras señales que te pueden hacer pensar que serás mamá antes de confirmarlo con una prueba de embarazo.
- Tu cuerpo comienza a bombear más sangre y, por lo tanto, todos tus sistemas se activan y trabajan más. Permítete descansar, aunque no percibas a tu bebé aún; es el momento en que tu cuerpo está haciendo el trabajo más importante.
Náuseas
- Los mareos o las náuseas matutinas son una de las primeras señales de embarazo; es posible sentirlas desde la primera semana.
- No siempre suceden por las mañanas, si bien es cierto que es lo más habitual. Algunas mujeres notan estos malestares por las tardes e incluso por las noches o durante todo el día.
- Pueden venir acompañadas de vómito. Esto se debe a los cambios hormonales del principio del embarazo, ya que las primeras semanas la placenta aún se está formando y las hormonas son las encargadas de mantener el embarazo.
- Si estás experimentando muchas náuseas, trata de no estar en ayunas por mucho tiempo; haz comidas pequeñas varias veces al día y de preferencia ten algo junto a tu cama para que puedas comerlo antes de levantarte (una manzana o unas almendras, por ejemplo).
- Evita comidas muy grasosas o fritas que están asociadas con los mareos.
- El agua mineral y los alimentos fríos también pueden ayudarte a prevenirlas o aminorarlas.
- Muchas mujeres dicen que les ayuda comer galletas saladas. ¡Pruébalas! Tal vez te funcione.
Ganas de orinar
- El flujo de sangre que circula por el cuerpo de una embarazada aumenta drásticamente, lo cual implica que los riñones tengan que procesar una mayor cantidad de líquido, haciendo que tengas que acudir al baño más de lo habitual.
- Por las noches esta necesidad suele aumentar, ya que al estar en reposo el líquido que has retenido en las piernas durante el día regresa al torrente sanguíneo, finalizando su recorrido en la vejiga.
- Trata de no consumir tantos líquidos por la noche para evitar despertarte muchas veces.
Senos adoloridos
- Los notarás hinchados, con sensación de pesadez y con el pezón y la areola más oscuros o pigmentados, así como con las venas más visibles que antes, todo lo cual es parte de la preparación de tu cuerpo para producir el mejor alimento para tu bebé unos meses después.
- De hecho, uno de los primeros síntomas de embarazo es sentir una especie de punzadas o pinchazos en los senos, especialmente en los pezones (como descargas eléctricas ligeras). ¿No te parece increíble que desde el primer momento tu cuerpo ya se esté preparando para alimentarlo en cuerpo y alma?
Inflamación de encías
- A causa de los cambios hormonales, las mucosas del cuerpo también se inflaman. Es por esto que debes cuidar tus encías para evitar la gingivitis (infección).
- Se recomienda una revisión con tu odontólogo al menos una vez durante el embarazo para que no pases por ninguna complicación.
Molestias del segundo trimestre
Este periodo es más tranquilo, pues al momento en que termina de formarse la placenta e implantarse, las hormonas se regulan un poco.
A este trimestre le solemos llamar “La Plenitud”. Ya pasaron los molestos primeros síntomas y el volumen del vientre aún no es tanto como para causar molestias.
- Es común que en este periodo aparezcan agruras o reflujo. Esto también es a causa de los cambios hormonales que provocan que el tracto digestivo esté “más flojo” o distendido, o sea, menos preparado que antes para la digestión.
- Recuerda las recomendaciones para las náuseas: come varias veces al día en poca cantidad y nunca cenes pesado e inmediatamente vayas a la cama.
En la recta final
Durante el tercer trimestre experimentarás cambios más mecánicos en tu cuerpo:
- Por el peso en el vientre, probablemente sientas molestias de lumbares (la parte más baja de la espalda) o en la zona del sacro (el hueso inferior de la columna vertebral que se une a la pelvis).
- Debido al crecimiento del útero, tus órganos internos se verán replegados hacia atrás y hacia arriba, por lo que tus pulmones tendrán menos espacio para expandirse, al igual que tu diafragma tendrá menos espacio para bajar. Esto reduce tu capacidad respiratoria y en momentos podría faltarte el aire.
- Para estas molestias de “volumen”, es recomendable que hagas ejercicio. ¡Mantente activa! Una clase de yoga prenatal ayudará a tu postura y compleméntalo con caminata o nado para que también cubras el aspecto aeróbico que ayudará a tu respiración.
El ejercicio en el embarazo es como entrar para un maratón: el parto. Ayuda a fortalecer los músculos involucrados en el nacimiento de tu bebé, previene la diabetes gestacional, controla el peso, evita el dolor lumbar y disminuye el estrés, entre otros beneficios.
Para hacer ejercicio exitosamente, es importante mantener la hidratación adecuada, previo calentamiento, vigilancia de la frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria, y sobre todo que no haya dolor o molestias, ni contraindicaciones por parte de tu médico.