
¿Piensas o te han dicho que todos los bebés se rozan? Pareciera que la dermatitis en la zona del pañal es inevitable, pero no es así: hay factores que la provocan y pueden prevenirse.
Las rozaduras son consecuencia de exponer la piel por tiempo prolongado a la humedad (por ejemplo, de la orina y las heces), lo cual la irrita y la ablanda, llegando incluso a provocar ampollas o úlceras.
¿Sólo salen en las pompis? No, también en las ingles, los genitales, el abdomen y los muslos. Llegan a ser muy molestas y hasta dolorosas para los pequeños; por eso hay que evitarlas con los cuidados necesarios.
Al menos 1 de cada 4 bebés tiene rozaduras en su primer año de vida. Se presentan especialmente:
- Entre los 2 y 4 meses de edad
- Cuando el bebé comienza a gatear (por la fricción del pañal)
- Al iniciar la alimentación con sólidos (debido a los cambios en las evacuaciones).
5 medidas para que no sufra rozaduras
- Cambia el pañal en cuanto se moje o tenga popó.
- Al limpiarlo, asegúrate de que no queden restos de orina o popó, sobre todo en los pliegues.
- Déjalo un rato sin pañal para que su piel quede completamente seca.
- Compra la talla correcta de pañal para su peso y talla, pues si está demasiado ajustado, puede impedir que su piel respire.
- Ponle una crema protectora que contenga óxido de zinc y vitaminas que ayudan a la salud de la piel, como B y E.
Recuerda que el uso de talco podría resecar su piel, así que es mejor evitarlo.
Para curarlas
- Déjalo sin pañal el mayor tiempo posible para evitar el contacto constante con la humedad (la causa de su irritación).
- Ponle una crema para rozaduras, de preferencia en spray para no friccionar su piel lastimada.
- Consulta al pediatra si la irritación no se quita después de 2 o 3 días, es muy molesta o empeora.