
Entre mitos y temores, hemos evitado algunas inmunizaciones que protegen la salud del bebé en gestación, pero hoy sabrás cuáles son necesarias y seguras (y cuáles definitivamente no).
¡Estás embarazada! Ya sea el primer o tercer bebé que estés esperando, tu cabeza se llena de preguntas sobre cómo cuidarte para que nazca sano y fuerte. Tu salud es también la salud de tu pequeño ser en formación. Disminuir el estrés, comer sanamente, hacer ejercicio, dejar de fumar y dormir bien son algunas recomendaciones que tomamos en cuenta. Pero es frecuente que se nos olvide un consejo importantísimo: vacunarse.
Suele creerse que las vacunas en el embarazo producen daño a la madre o al pequeño. Esto sólo es cierto para las vacunas hechas a partir de virus vivos atenuados o debilitados, como varicela, sarampión, rubéola y parotiditis. El bebé de una mujer gestante que se contagia de varicela o rubéola puede no llegar a término o correr el riesgo de malformaciones congénitas.
Por eso, es de gran valor vacunarse antes de quedar embarazada, si nunca te ha dado varicela o tu última vacuna de SRP, MMR o triple viral (contra sarampión, rubéola y parotiditis) fue a los seis años de edad. Recuerda que debes dejar pasar un mes después de estas vacunas, antes de buscar un embarazo. Ahora vamos a revisar qué vacunas son necesarias en esta etapa para tu bienestar y el de tu bebé.
Parte de un embarazo saludable es vacunarte
La gestación es un periodo realmente increíble en el que tu pequeño y tú comparten prácticamente todo. También es un momento de gran vulnerabilidad. Las vacunas que recibes mientras esperas a tu bebé pueden protegerlos a los dos, incluso hasta seis meses después de haber nacido.
Dos vacunas son altamente recomendadas durante cada embarazo: influenza y tos ferina. Difundir y aplicar esta información es valiosísimo, pues recordemos que nuestros bebés reciben su primera vacuna contra la tos ferina hasta el segundo mes de vida y la primera contra influenza hasta los 6 meses de edad. Esto significa que están desprotegidos durante un tiempo y dependen enteramente de nosotros para no enfermarse.
El mejor momento para proteger a tu bebé es durante el embarazo. Una vez que se encuentre en tus brazos, procura que toda persona en contacto con el niño o niña esté vacunada. Además, toma en cuenta que, si convivirá desde chiquito con otros niños (por ejemplo, en una guardería o con sus hermanos), el riesgo de contagio se incrementa. Por eso, ¡qué mejor que protegerlo desde tu vientre!
Para prevenir la influenza
Contrario a lo que muchos piensan, enfermarse por el virus de la influenza (también conocida como gripe) es más peligroso que vacunarse contra ella. Es frecuente creer que estamos protegidos al haber padecido influenza previamente, que con la vacuna nos irá peor que con la enfermedad o que nuestra salud es de hierro por estar embarazada. Se nos olvida o ignoramos que durante el embarazo cambia el funcionamiento del sistema inmune, el corazón y los pulmones, poniéndonos en mayor riesgo de complicaciones en caso de enfermarnos de influenza.
¡No lo dudes ni un momento! Tu mejor elección es vacunarte contra este virus. No tengas miedo a la vacuna, sino a la enfermedad y las posibles complicaciones para tu bebé y tu embarazo asociadas a la influenza, como neumonía, bronquitis e infecciones de oído, de las cuales la vacuna los protege.
Por otro lado, que no te engañen: enfermarse de gripa por la vacuna de influenza es imposible. Ésta es totalmente segura y puede aplicarse en cualquier trimestre del embarazo. Algo importante: la temporada de la vacuna va de octubre del año en curso a marzo o abril del siguiente año. Es durante este periodo que hay que buscar la vacuna si estás embarazada.
¿Qué hay de la alergia al huevo y la vacuna de la influenza? Esta inmunización es segura y puedes aplicarla si tienes alergia al huevo. Sólo en caso de una reacción que haya puesto en peligro tu vida (angioedema o choque anafiláctico), se recomienda que te la apliques en un medio hospitalario como precaución. Es muy recomendable revisar la información en internet del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, que cuenta con información actualizada y fidedigna (en español) sobre la vacuna de la influenza durante el embarazo: https://espanol.cdc.gov/enes/flu/protect/vaccine/pregnant.htm
Contra la tos ferina (Tdap)
Enfermarse de tos ferina puede ser grave en cualquier persona, pero para los bebés menores de un año de edad representa un riesgo de muerte. De las peores experiencias que he vivido fue atender en el hospital a un bebé de 2 meses de edad con infección por Bordetella pertussis, la bacteria causante de la tos ferina. Lo que más me sorprendió fue que la tos que tenía no se escuchaba tan mal, pero cada vez que la presentaba se ponía morado de la carita y con gran dificultad para respirar. Sus problemas respiratorios continuaron durante todo un año después de ser dado de alta, tras dos semanas en el hospital. Esa vivencia me dejó tan marcada que, cada vez que me encuentro con una mujer embarazada, no puedo evitar recomendarle que se vacune contra la tos ferina.
Dicha vacuna es completamente segura y está incluida en la dosis contra el tétanos y la difteria. Recibirla de manera gratuita es un derecho de salud de las mujeres mexicanas, el cual debe hacerse efectivo entre las 27 y 36 semanas de embarazo.
Los efectos adversos más frecuentes son dolor y enrojecimiento en el sitio de la aplicación (brazo), nada comparado con ver a nuestro bebé sufrir por una enfermedad prevenible. Aunque la vacuna contra la tos ferina se encuentra en la pentavalente que se aplica a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad, nuestro hijo estará protegido hasta el tercer o cuarto refuerzo. La vacuna Tdap le confiere al bebé una protección del 85% contra la tos ferina durante los primeros meses de vida, siempre y cuando nos vacunemos durante el embarazo.
Sin duda, hay que vacunarnos en cada embarazo para que cada uno de nuestros bebés reciba la protección. Entonces, si estás en el tercer trimestre y todavía no te has vacunado contra la tos ferina, búscala con tu ginecólogo.
Cuando se trata de salud, no hay mejor elección que prevenir. Si estás embarazada, vacúnate contra influenza y tos ferina, y así protege a tu bebé que viene en camino.